Soy usuario de las comunicaciones. Me ha tocado pasar del teléfono a la video-llamada, del periódico a la pagina web, del telegrama al telex, al fax y al correo electrónico y hace ya mas de 20 años al chat. Recuerdo en 1996 el Microsoft Comic Chat, una aplicación que apareció en el Explorer en Windows 95. Tenía “rooms” para chatear con desconocidos de cualquier parte del mundo mediante una simulación de comic, era divertido. O sea, tengo mas tiempo “chateando” por seguro que ninguno menor de 20.
Hoy tenemos múltiples medios de comunicarnos con el mundo. Mientras antes solo lo hacías con una centena de personas, Familia, barrio, amistades hoy lo haces con miles de personas mediante la redes sociales y los chats. Sin embargo, en mi opinión, los chats se han convertido en muchas formas en mala y hasta pésima comunicación, que no substituye una conversación telefónica, mucho menos la comunicación gestual y es muy impreciso para comunicar emociones . Aun así, parece ser la vía favorita de muchos que pretenden que del otro lado le brinden la información que esperan.
El chat es difícil para explicaciones complejas o largas, para mostrar emociones y es absurdo avisar sobre un cambio de planes de efecto inmediato que requiere respuesta. La mal interpretación de mensajes es muy superior a la comunicación verbal, por lo que hay que tomar en cuenta que muchas cosas no son eficientes comunicar por esta vía. Especialmente difícil es tratar temas con desconocidos que requieren establecer contratos y/o responsabilidades.
Así, la calidad de la comunicación depende de la cantidad y calidad de la información, entonces una conversación presencial está sobre una video conferencia, esta sobre una llamada telefónica, esta sobre el chat y este sobre un correo electrónico.
Aunque los chats poseen una gran utilidad, hay muchas necesidades de información y comunicación que requieren una llamada telefónica o una visita. Créanme que no es un asunto generacional es mas bien sicológico.